Su sensibilidad era ya tan grande, que pocas horas antes de recibir a un paciente, notaba
él mismo los síntomas que padecía dicho paciente. Así, cuando éste llegaba, el Dr.
Bach ya sabía perfectamente qué remedio necesitaba aunque nos dejó un modelo organizado
para poder aplicar las flores según lo manifestado por el consultante.
Bach dio por concluido su sistema floral, pues expresó que todos los estados negativos
del hombre quedaban cubiertos con las 38 flores descubiertas. Por lo tanto no tenía
ningún sentido añadir más flores. Poco tiempo después, en noviembre de 1936 murió
mientras dormía, en su casa de Sotwell.
En la carta que Bach escribió a su editor el mismo mes de su muerte, podemos leer al
final de la misma:
"Mi estimado Sr. Daniel, cuando nos encontramos en el límite de internarnos
en el Valle de las Sombras, quizá no nos comportamos con tanta reserva
como cuando estamos en medio de la vorágine, especialmente cuando
hemos tomado un brandy o dos para respaldarnos.
El Trabajo que he puesto en sus manos es un Gran Trabajo; es un Trabajo
Divino, y sólo Dios sabe por qué fui apartado en este momento de continuar
mi lucha por la humanidad que sufre.
Edward Bach."
La carta que escribió ese mismo día a su equipo de colaboradores dice así:
"Querida gente maravillosa:
Existen momentos como éste, en que uno espera una invitación a quién
sabe donde.
Por ello, si esa llamada llega, como puede hacerlo en cualquier momento,
les ruego, a los tres, que continúen con ese maravilloso trabajo que
hemos comenzado. Un Trabajo que puede quitarle a la enfermedad
todos sus poderes; un Trabajo que puede liberar al hombre de su
esclavitud.
Lo que he intentado escribir debe agregarse a la introducción de la
próxima edición de Los Doce Curadores.
Edward Bach."
En definitiva, consiguió lo que siempre había buscado: una medicina simple, lo más
simple posible, que pudiera ser practicada sin necesidad de conocimientos de medicina. La
sencillez y efectividad de su obra fue su obsesión. En su obra definitiva "Los Doce
Curadores y Otros Remedios", Bach nos da la descripción de su método (es decir, la
parte teórica de su método terapéutico); dicha descripción abarca apenas un párrafo
para cada flor. Más sencillo imposible. Y por experiencia, más efectivo imposible. Mucho
dice la bibliografía sobre cada flor, pero la esencia de su aplicación la ha dejado Bach
en forma simple.