En Ese verano escribió el
libro "Cúrese Usted Mismo". En él, define cuál es la causa de toda
enfermedad: la falta de armonía entre la personalidad y el alma. Es decir, las
enfermedades son debidas a errores psicológicos, y solamente atacando esa causa se pueden
curar plena y completamente. Atacar los síntomas o efectos que producen esos errores no
soluciona el problema. En dicho libro expresa la necesidad de que cada uno realice en esta
vida su particular propósito o misión, sin ser influenciado por los demás. Escribió
también el libro "Los Doce Curadores", en el cual describe los doce primeros
remedios. Cada uno de dichos remedios corresponde a un tipo concreto de personalidad. A
medida que iba encontrando nuevas flores, las iba poniendo en práctica en su itinerante
consulta, con excelentes resultados.
Se decía de él que "daba más de lo que tenía". Su gran sensibilidad y
percepción, le hacía de repente salir de su casa corriendo hacia un lugar concreto,
presintiendo que su presencia era necesaria allí. Cuando llegaba, efectivamente alguien
necesitaba su ayuda urgente.
Su poder económico distaba mucho del que había tenido en Londres, pero a Bach no le
preocupaba eso en absoluto. En una ocasión, con motivo de pagar una deuda de 10 libras,
se dispuso a vender su única posesión: su ropa. "Casualmente" entonces,
recibió un cheque de un antiguo paciente de Londres, cuyo importe ascendía a ¡10
libras!
En 1932 escribió el libro "Libérese Usted Mismo". Más tarde descubrió siete
remedios más que añadió a los doce anteriores. En 1934 se trasladó a Sotwell, a una
pequeña casa llamada Mount Vernon. Estando allí, encontró los restantes 19 remedios en
sólo 6 meses. La forma en que los encontró difiere de los 19 anteriores: pocos días
antes del descubrimiento de cada uno de ellos, sufría en sí mismo graves síntomas de
enfermedad. Dicha enfermedad, que en condiciones normales debía venir provocada por un
determinado error psicológico, podía ser curada por la siguiente flor que debía
descubrir. Hasta que no lo descubría, no sanaba.
Durante todo este proceso de investigación, se rodeó de asistentes que le ayudaban.
Estos no poseían estudios de medicina, lo que provocó que el Consejo General de
Medicina, amenazara con retirarle la licencia médica.
Con relación a esto, Bach escribió en 1935 esta carta al Presidente del Consejo:
"Estimado Señor:
Habiendo recibido una notificación del Consejo respecto a trabajar con
asistentes no cualificados, me siento muy honrado de comunicarles
que estoy trabajando con varios, y que continuaré haciéndolo.
Como ya he informado previamente, considero un deber y un privilegio
de todo médico enseñar a los enfermos y a los demás cómo curarse a
sí mismos. Dejo enteramente a su discreción el rumbo que tomarán
ustedes en el futuro.
Habiendo demostrado que las hierbas de los campos son tan simples
de usar, como maravilloso su poder curativo, he desertado de las filas
de la medicina ortodoxa.
Edward Bach."
Sorprendentemente, el Consejo nunca le retiró la licencia.